viernes, 30 de diciembre de 2011

Maculopatía: la pérdida de la visión central


Descripcion de la imagen:un ojo
La maculopatía es una afección de la mácula (zona más sensible de la retina, y la que nos permite leer, discriminar los colores y realizar tareas visuales de precisión), provocada por la alteración del epitelio pigmentario. También suele llamarse degeneración macular. Esto ocasiona una pérdida de la visión central, sin comprometer la visión periférica. Es la causa más frecuente de “ceguera legal”.
Hay dos formas de presentación, la forma seca y la forma húmeda.
Maculopatía seca: comienza con la aparición de pequeños nódulos amarillentos -llamados “drusen”- que se forman por debajo del epitelio pigmentario de la retina macular.
Con el tiempo, este epitelio pigmentario continúa sufriendo cambios degenerativos y funcionales que provocan la muerte de los fotorreceptores de la retina (conos y bastones), que son las células especializadas para recibir los estímulos visuales. Las lesiones descriptas hasta acá, constituyen la denominada forma seca, que es la más frecuente (90%) y la menos severa.
Maculopatía húmeda: si además de las alteraciones mencionadas, se inicia el desarrollo de vasos sanguíneos anormales (neovasos), entonces estamos frente a la forma húmeda de la maculopatia.
En esta forma, los neovasos -que provienen de la coroides- avanzan por debajo de la retina macular provocando una lesión hemorrágica que en sus estadios finales termina en una lesión cicatrizal irreversible. La forma húmeda es mas grave y la pérdida visual suele ser brusca y severa.
SíntomasHabitualmente los síntomas son más evidentes en la visión cercana como la lectura, donde podrá observarse:
- Distorsión de las líneas rectas (aparecen ondeadas), más notable en la zona central.
- Visión borrosa o con una mancha en el centro de la lectura.
- Cambios en la percepción de los colores.
DiagnósticoMuchos pacientes se dan cuenta que tienen un problema en su visión central cuando están en estadios muy avanzados.
El diagnóstico precoz generalmente lo realiza el oftalmólogo durante un control de rutina, que luego confirmará con algunos exámenes específicos como:
- Test de visión cromática: es una prueba basada en la discriminación de colores con diferente tonalidad y está destinada a detectar las alteraciones tempranas de la mácula.
- Test de Amsler: consiste en observar una cuadrícula con líneas rectas y un punto central que sirve para evaluar la extensión y la evolución de la alteración visual central.
- Angiografía de retina: es un examen que se realiza inyectando en una vena del brazo una sustancia de contraste (fluoresceína), mientras se va fotografiando la retina y las capas que están detrás de ella. Este examen permite evidenciar con precisión las alteraciones de la retina y sus capas posteriores, como así también los trastornos vasculares de región macular.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): es una biopsia óptica in vivo, cuyo principio es similar al ultrasonido porque se emite un haz que llega a los tejidos y aquello que retorna al aparato es analizado y medido para dar los resultados finales pero con haz de luz.
Las imágenes se obtienen de manera no invasiva y sin necesidad de utilizar medios de contraste. Es un examen bien tolerado, que da medidas cuantitativas y objetivas fácilmente reproducibles.
¿Qué factores pueden favorecer la aparición de la enfermedad?
Hay factores que aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad, entre ellos están:
- Edad: es la variable más importante para el desarrollo de la maculopatía relacionada con la edad.
- Miopía degenerativa, también llamada patológica, magna o progresiva, con dioptrías mayores a 6.
- Ojos con poco pigmento (ojos claros).
- Herencia: hay estudios que comprobaron que los parientes en primer grado de pacientes con maculopatía tienen tres veces más riesgo de desarrollar la patología.
- Cataratas: existen estudios que comprueban una relación entre cataratas y maculopatía.
- Exposición a los rayos ultravioleta del sol.
- Cigarrillo: esta comprobado que los fumadores tienen mayor riesgo de sufrirla.
También se ha comprobado que la deficiencia de algunas vitaminas y minerales favorecerían la aparición de esta enfermedad.
¿Esta enfermedad lleva a la ceguera?
La Maculopatía no lleva a la ceguera, pues sólo ataca la visión central, el resto de la visión periférica no es afectada.
Con la enfermedad tendríamos “ceguera legal” (término usado en Estados Unidos). Se refiere al déficit visual que impide realizar tareas como la lectura o conducir un vehículo, y que en consecuencia inhabilita a una persona para llevar a cabo determinados trabajos.
TratamientoNo existe cura para la maculopatía. Hay tratamientos que ayudan a detener el avance de la enfermedad.
Se pueden tomar antioxidantes para que el resto de la retina esté bien nutrida y haya menos posibilidad de que el daño aumente. También se puede realizar una rehabilitación visual.
Los tratamientos para los dos tipos de maculopatía:
Maculopatía seca: desde el punto médico, no existe tratamiento para la maculopatía seca, ni con cirugía o medicamentos. Sí es posible una rehabilitación visual.
Se puede restaurar la visión haciendo uso de la retina periférica no afectada mediante procedimientos de rehabilitación y lentes ópticos especiales que potencian la mejoría visual.
Cuando más precozmente se comienza la rehabilitación, tanto con filtros especiales contra el deslumbramiento, lentes microscópicos para la lectura y la ingesta de antioxidantes, más positiva será la calidad de vida.
Maculopatía húmeda: terapia fotodinámica.
Esta terapia consiste en la administración por vía intravenosa de un fármaco (Verteporfin).
La droga es inyectada en una vena del brazo y se acumula a los pocos minutos en los vasos anormales del ojo. Luego se activa su poder terapéutico y por tanto no daña el tejido sano de la retina.
Este fármaco (comercialmente llamado Visudyne) se fija en los vasos sanguíneos y posteriormente se aplica un láser especial sobre ellos. El objetivo es que el paciente pierda la menor agudeza visual posible.
El paciente luego de la inyección, queda fotosensibilizado debiendo tener especial cuidado de evitar exposición de piel y ojos a la luz solar directa 48 horas después de la infusión.
Fármacos antiangiogénicos: se administran mediante una inyección intravítrea. Esta opción ha ampliado el horizonte de tratamiento de la enfermedad, llegando alguno de ellos, no solamente a mantener niveles de visión durante prolongados períodos, sino a producir incrementos en la agudeza visual tras su administración.
La ausencia de resultados a largo plazo y la invasión de la vía de administración (habida cuenta además que son necesarias varias de estas inyecciones intraoculares) son los principales puntos débiles de estos tratamientos.
El objetivo es frenar la neovascularización y el crecimiento de la lesión.
¿Se puede prevenir la maculopatía?
No se cuenta con un método de prevención efectivo, pero algunas medidas pueden ayudar.
Exámenes oftalmológicos periódicos: el diagnóstico precoz, antes de tener síntomas, tiene más chances de prevenir la pérdida visual.
Protegerse de los rayos ultravioletas (UVA y UVB) usando lentes para sol con filtros que bloqueen el 99-100% de los rayos UV. No fumar: Los fumadores tienen más riesgo de ser afectados.
Dieta rica en frutas y vegetales. Las vitaminas y minerales protegerían la retina.
Es importante consultar al médico oftalmólogo y visitar a un especialista en baja visión.

Patricia Berrutti

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