domingo, 9 de octubre de 2011

Degeneración macular


 Descripción de la imagen: ojo de una persona anciana
Una seria discapacidad visual relacionada con la edad
Se está llevando a cabo en más de 40 centros públicos y privados de varias provincias la realización de estudios gratuitos para detectar la presencia de degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), que es la principal causa de discapacidad visual en países industrializados
Los mayores de 60 años son quienes mayor riesgo tienen de padecer degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), principal causa de discapacidad visual en países industrializados y la tercera causa de disminución de la visión a nivel global.
Si bien no hay un tratamiento concreto que pueda prevenirla, cuanto antes se detecte, mayores son las probabilidades de evitar su progresión.
Muchas veces, la DMRE se presenta sin síntomas que la anuncien, produce pérdida de agudeza visual y de visión central.
Así, en pocas semanas el paciente puede quedar incapacitado para manejar, leer, cocinar, ver los rostros, marcar un número de teléfono, coser, tejer y realizar otras actividades cotidianas.
Existen dos formas de la enfermedad:
- La "seca" (sin neovascularización).
- La "húmeda", caracterizada por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos en la retina. Esta última, si bien se presenta con menor incidencia, es la más agresiva y discapacitante, pero es la que puede ser tratada.
El doctor Patricio Schlottmann, médico oftalmólogo especialista en investigación clínica e investigador del Centro Organización Médica de Investigación, detalló que el principal factor de riesgo es la edad.
La incidencia aumenta exponencialmente a partir de los 50 años.
Otros factores son la predisposición familiar (genética), el cigarrillo y la obesidad.
También habría una mayor predisposición a la aparición de la enfermedad en las mujeres que en los hombres.
Muchas veces, la evolución de la enfermedad es rápida. Puede comenzar con una pequeña molestia, una distorsión de la visión, en donde lo recto se ve torcido o como si se viera a través de un vidrio esmerilado.
Inclusive, en muchos casos, no hay síntoma alguno, ya que el ojo sano contralateral compensa la visión global y el daño avanza rápidamente, hasta que el paciente descubre de la noche a la mañana que ha perdido la visión central de un ojo.
Si bien la DMRE suele aparecer en un solo ojo, existe un 37 a 50 por ciento de probabilidad de desarrollarla en el otro ojo también.
Según Schlottmann, la DMRE húmeda -que no es la más frecuente- tiene tratamiento efectivo desde 2006, lo que representó la mayor novedad en los últimos años en este campo.
Antes, se acompañaba al paciente en su pérdida de visión o se intentaban unos tratamientos muy poco efectivos.
Los resultados son mejores cuanto más temprano se encuentre la enfermedad. Los tratamientos han demostrado ser muy eficaces.
Si bien no siempre presenta síntomas, en ocasiones los afectados pueden experimentar:
- Necesidad de aumentar la iluminación; sensibilidad al brillo, disminución de la visión nocturna y pobre distinción del color.
- Dificultad para leer o realizar otras actividades que requieren una visión fina.
- Dificultad para distinguir rostros.
- Distorsión de las líneas rectas, que pueden aparecer ondeadas o curvas.
- Aparición de manchas oscuras o lugares vacíos en el centro de la visión

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