viernes, 24 de julio de 2009

Tiene 61 años, vive postrada hace 30 y recibió su diploma de abogada

Elena Cunningham y Juan Manuel Zeitler Varela, los dos con una seria discapacidad motriz, recibieron su diploma de abogados en medio de ovaciones.
"La enfermedad me excluyó de la sociedad -le dijo Elena a Clarín-. La carrera no sólo me dio un título, sino que volvió a incluirme".
Tiene 61 años y desde hace 30 vive postrada en una cama a causa de una artritis reumatoidea. "Pero ayer, ya no recuerdo desde hace cuánto, volví a vestirme de mujer. Me pusieron ruleros, me pintaron las uñas y usé una blusa con brillitos que me regaló una amiga". Juró por Dios y por la Patria y "el corazón me dio tres vueltas cuando el decano Atilio Alterini me dio el diploma".
Cuando empezaron sus problemas de salud estaba en Bioquímica y abandonó. Durante la dictadura aprobó el examen de ingreso a Psicología, pero no la dejaron entrar. "Usted no puede ir a todas partes. No va a poder estudiar", le dijeron. "En esa época la autoridad no se discutía".
La cuenta regresiva empezó en 1999 cuando hizo UBA XXI, el Ciclo Básico Común a distancia. Esta vez para Derecho. "Llevaba 20 años mirando el techo y la tele, pero nunca había abandonado la idea de estudiar", recuerda. Pidió que le tomaran los exámenes a domicilio. Le contestaron que era imposible, que los profesores iban a hacer un planteo gremial, etc., etc., etc. Pero esta vez estaba decidida y se dirigió al entonces rector de la UBA, Oscar Shuberoff, que la autorizó.
Antes de iniciar Derecho escribió una larga carta a la Secretaría Académica explicando su situación y pidiendo cursar libre. El ex decano Andrés D'Alessio le hizo saber que la autorizaba, pero que no podía obligar a los profesores a tomarle examen en su casa. "¿Qué pasa si la cátedra se niega a ir?", le preguntaron. "Rindo en el próximo llamado con otra cátedra", contestó. Sólo una vez tuvo este problema."La biblioteca de la facultad me prestó los libros, los profesores me alentaron, la gente de Bedelía me avisaba las fechas de exámenes ... Y yo grababa algunos textos en mi laptop y tomaba apuntes apretando las teclas con dos lápices. Así fui haciendo mi carrera: me pelé las pestañas".
Desde 2003 las cosas fueron un poco más fáciles. Se creó en Derecho un programa de apoyo a alumnos discapacitados, que este año se extendió a toda la UBA. "La Universidad se preocupa de asegurarles el derecho a la educación a las personas con discapacidad", dice su coordinador, el abogado Juan Seda. Por ejemplo, desde entonces Elena tuvo quien le gestionara los profesores a domicilio.La única materia que tuvo que cursar fuera de su casa fue Patrocinio Letrado Gratuito, en el último año: un práctico de asistencia al público al que iba dos veces por semana en camilla y ambulancia, gracias a un subsidio del PAMI. "Después del susto, mis compañeros me recibieron bárbaro. Pero la gente no se me acercaba".
Se recibió en diciembre de 2006 con un promedio de "siete y pico". En este año hizo cuatro cursos organizados por el Centro de Graduados. "No tengo plata, si no seguiría", dice. Elena vive con su hermano Carlos, mi "factótum", en un departamento de 27 metros cuadrados en el barrio de Boedo. Quiere trabajar y hacer el doctorado. Pero necesita ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario